lunes, 27 de abril de 2009


La dama vestida de negro
con corona de estrellas
extiende su mano izquierda
sujetando una lámpara
en forma de queso.


Ese queso amarillo
brilla durante la noche.
De día se derrite
desciende en forma de rayos
y quema mi piel.

6 comentarios:

Marga Fuentes dijo...

No permitas que ese queso amarillo queme tu piel.
Me impresiona cómo escribes. Me encanta.
Un beso enorme, y un abrazo,

Lisandro dijo...

tu bella poesia, me invitó a imaginar a la dama de negro en cada secuencia de los versos... muy lindo... un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Escribes muy bien.
Voy a leer el resto.

Besos.

Felipe Sérvulo dijo...

Te dejo un abrazo y sigue escribiendo.

Alada dijo...

Maravilla, cada día mejor, tienes madera, ya lo creo.
Un beso

Paraula dijo...

Que elegante se vé la dama vestida de negro.

Beso.